domingo, 27 de septiembre de 2009

LOS VIRUS INFORMATICOS EVOLUCIONAN Y AHORA ESTAN MEJOR CAMUFLADOS


Las alertas mediáticas por virus se han reducido, pero éstos siguen amenazando.
De virus convencionales y altamente destructivos se ha pasado a gusanos y troyanos, que se propagan de forma parasitaria y silenciosa.
Los gusanos Sasser o Blaster marcaron un punto de inflexión en la naturaleza y forma de atacar, hace 5 años, al aprovechar los errores de seguridad de Windows XP.
La prevención, mediante actualizaciones constantes, y uso de antivirus y cortafuegos, es fundamental.

Conficker: ha sido el último virus cuya alarma se ha extendido a los medios de comunicación. Desde el pasado 1 de abril, cuando supuestamente se habría activado, han proliferado los avisos de precaución. Sin embargo, este tipo de alertas son cada vez menos frecuentes, y son pocas las informaciones referidas a programas cuya ejecución es capaz de acabar con el sistema operativo del ordenador.

Esto no se debe tanto a una reducción de estos virus informáticos, como a que éstos han cambiado en los últimos años. Ahora ha de hacerse frente a gusanos y troyanos que tratan de extenderse al mayor número de ordenadores posible, de forma parasitaria y silenciosa. En definitiva, como indican en consumer.es, estos virus han evolucionado para sacar provecho económico del usuario, y han mejorado su camuflaje .

Mejores medidas de protección:

¿La navegación es ahora más segura? Hay que tener claro que, a pesar de los esfuerzos por mejorar la seguridad en las últimas versiones de los sistemas operativos, los virus siguen amenazando.

Según, Chema Alonso, consultor de seguridad en la empresa Informatica64 , las últimas versiones de los sistemas operativos han mejorado las medidas de protección de las anteriores. Este es el caso, por ejemplo, de Windows XP, que se empezó a diseñar en 1997, con "las amenazas de entonces", que "no tienen nada que ver con las de hoy en día", apunta Alonso.
A pesar de los esfuerzos por mejorar la seguridad en las últimas versiones, los virus siguen amenazando.

Actualmente, los sistemas operativos son más resistentes y cuentan con la precaución de crear diferentes tipos de sesiones, una para el administrador, que puede modificar todo el equipo; y otras para los usuarios normales, que utilizan los programas pero tienen límites para instalar nuevos.

Windows Vista o Linux exigen que se introduzcan el nombre de usuario y la contraseña cuando se va a realizar un cambio importante en la configuración del ordenador, como instalar un programa. Sin esos datos, no se efectúa ninguna acción y el PC se queda a salvo en la práctica. Una protección que es prácticamente imposible burlar.
Alonso señala que la extensión de gusanos como Sasser o Blaster, supuso un punto de inflexión. Se trataba de programas diseñados para aprovechar los fallos de seguridad de Windows XP y propagarse así a gran velocidad. Las únicas medidas de prevención consistían en instalar los parches de Microsoft que solventaban los respectivos problemas y en utilizar un cortafuegos , capaz de detener, al menos, los intentos de conexión que se produjeran desde el ordenador.
Por aquella época, hace ahora cinco años, se comprobó además, que cualquier fallo de seguridad en un programa o en un sistema operativo podía propiciar infecciones masivas con Internet de por medio.

Sitios que facilitan alertas:

Diversos sitios se dedican a avisar a los usuarios de los nuevos peligros que aparecen en Internet, pero siempre van por detrás de las amenazas. En España destaca el Centro de Alerta Temprana sobre Virus y Seguridad Informática, Alerta-Antivirus.es , promovido por el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación, un centro dependiente del Ministerio de Industria.
Otro sitio donde buscar información es Viruslist , que cubre toda la información referida al software malicioso y está traducido al español. Los sitios de las empresas que diseñan los antivirus constituyen otro buen lugar donde informarse acerca de los últimos virus peligrosos.

La prevención es clave:

Los expertos en seguridad informática coinciden en que la prevención es fundamental para protegerse de estos virus. Por ejemplo, resulta básico activar la actualización automática del sistema operativo. Así, el ordenador siempre tendrá los últimos parches lanzados para el sistema y se encontrará más preparado para resistir las amenazas.
Lo mejor y más seguro es no desactivar las opciones de seguridad y no instalar nada de procedencia dudosaAdemás, conviene activar o instalar un cortafuegos, que evita la transmisión de datos desde el ordenador al exterior y la intrusión de otros dentro del equipo.

El antivirus debe estar actualizado: , ya que, en caso contrario, el programa no puede hacer nada contra los virus más novedosos. "Lo mejor y más seguro es no desactivar las opciones de seguridad y no instalar nada de procedencia dudosa", concluye Alonso.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

HISTORIA DEL SENA


Medio siglo en dinámica de cambio
http://www.sena.edu.co/.../worldskills-calgary-2009.html

Transcurría el año 1957 cuando Rodolfo Martínez Tono se embarcó en el sueño que se convertiría en la que sería la obra de su vida.
El no imaginaba que aquella idea concebida a la orilla del lago Leman, en Suiza, durante una cena con Francis Blanchard, director de la División de Formación, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se transformaría en el SENA.
Blanchard le propuso crear una organización descentralizada del Estado y con financiación autónoma. El proyecto tomó forma en la mente de Martínez, quien lo expuso ante el entonces Ministro de Trabajo, Raimundo Emiliani Román.
La iniciativa, defendida en un intenso debate ante el Consejo de Ministros y revisada por un comité asesor, fue aprobada.
Así, el SENA nació durante el Gobierno de la Junta Militar, posterior a la renuncia del general Gustavo Rojas Pinilla, mediante el Decreto-Ley 118, del 21 de junio de 1957.
Sus funciones, definidas en el Decreto 164 del 6 de agosto de 1957, eran brindar formación profesional a los trabajadores, jóvenes y adultos de la industria, el comercio, la agricultura, la minería y la ganadería.
Así mismo, su fin era proporcionar instrucción técnica al empleado, formación acelerada para los adultos y ayudarles a los empleadores y trabajadores a establecer un sistema nacional de aprendizaje.
Además, organizar y mantener la enseñanza teórica y práctica relacionada con diferentes oficios; seleccionar los candidatos al aprendizaje; realizar cursos complementarios de preparación, perfeccionamiento y adiestramiento para trabajadores técnicos; y contribuir con el desarrollo de investigaciones relacionadas con la organización científica, entre otras.
La entidad tripartita, en la cual participarían trabajadores, empleadores y Gobierno, se llamó Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y surgió en el momento indicado. La industria pretendía conquistar nuevos mercados y necesitaba más trabajadores y mejor calificados, métodos modernos y cambios drásticos en la productividad.
El nombre, SENA, lo escogió Martínez Tono, quien admiraba el río Sena que cruza a París, la ciudad luz, capital de Francia, donde estudió aspectos relacionados con la formación profesional.
Antes de cumplir 30 años, Rodolfo Martínez, convirtió su tesis de grado, "La Formación Profesional en el Marco de una Política de Empleo", en el SENA, institución a la cual estuvo vinculado durante 17 años, desde su creación en 1957, hasta el cambio de dirección propuesto por el presidente Alfonso López Michelsen en 1974.
Estaba convencido de que sin capacitación del recurso humano no habría desarrollo. Por eso aprovechó las becas de la OIT para conocer las experiencias en formación profesional acelerada implementadas en Europa después de la Segunda Guerra Mundial y el apoyo de ese organismo con expertos que vinieron a Colombia.
La institución que Rodolfo Martínez Tono dirigió con “mano dura” y manteniendo a raya la politiquería, ofreció instrucción calificada al talento humano para enfrentar los retos propios de una industria en crecimiento. Por ello, desde el principio, su influencia fue notoria.
La naciente entidad no solo formaba técnicos, sino también empresarios y promovía las pequeñas y medianas empresas.


Los comienzos


En 1957 empezó a sesionar el Consejo Directivo Nacional, en un edificio ubicado en la calle 20 con carrera octava, por espacio de tres años.
Organizaciones sindicales como la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC) y la Unión de Trabajadores de Colombia (UTC), respaldaron al SENA para que cumpliera un papel fundamental en el desarrollo del país.
Como en toda “gran empresa”, el comienzo fue difícil. Las primeras clases se dictaron en las aulas del Politécnico Central y de la Universidad Nacional. También en improvisadas carpas de circos levantadas en ciudades y municipios, con el fin de ampliar su cobertura.
La institución atendería las demandas de la empresa privada en sus planes de expansión; del Gobierno, con sus políticas de arbitraje y planificación de los recursos y, de los trabajadores, que exigían más capacitación, bienestar y calidad de vida.
El 23 de agosto de 1957 sesionó por primera vez el Consejo Nacional y se definieron dos tareas a realizar: el estudio, codificación y sistematización de la oferta y demanda de mano de obra y la capacitación profesional.
Para ejecutarlas en el primer organigrama se establecieron la División de Mano de Obra, la de Formación Profesional y la Administrativa, creada para planificar la construcción y dotación de los centros de formación profesional.
Durante los primeros meses se establecieron las estructuras seccionales en los diversos departamentos. Ese año también nacieron las seccionales de Cundinamarca, Antioquia, Valle, Atlántico, Bolívar, Nariño, Cauca y Magdalena. Los departamentos restantes tuvieron sus seccionales al siguiente año.
En 1958 se realizó una investigación, en cinco mil empresas de todos los departamentos, excepto Chocó y Córdoba, acerca de las necesidades de Formación Profesional. El estudio abarcó todos los sectores de la industria y reveló que al menos 210 mil trabajadores requerían complementar su educación y urgía la formación de 25 mil trabajadores adicionales. Con base en esos resultados se fijó el plan quinquenal, 1959-1963.


Fortalecimiento y expansión


Capacitar al mayor número de personas era la consigna. Por ello, los instructores visitaron comunidades marginadas en el barrio Meissen, en Bogotá y levantaron más de 100 carpas de circos en ciudades y municipios.
En ellas desarrollaron los programas móviles rurales y urbanos denominados Programas de Promoción Profesional Popular, que después se llamaron programas móviles.
En 1960 el SENA firmó convenios con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo Especial de las Naciones Unidas, que brindaron asesoría administrativa, financiera y técnica a los pequeños y medianos empresarios y promovieron el crecimiento empresarial.
La OIT también asesoró al SENA en la creación del Centro Nacional de Formación de Instructores (1959-1960). Unas 2.000 personas se capacitaron como directivos, supervisores e instructores de formación profesional.
Entre 1959 y 1963 el progreso fue notable. Se destacó la seriedad en la elección de los funcionarios, que ingresaban a la entidad por concurso.
Entre 1963 y 1964 abrieron sus puertas dos nuevos centros para la formación de instructores agropecuarios y del sector comercio y servicios en Gaira (Magdalena) y Bogotá, respectivamente. El centro de formación de instructores agropecuarios fue trasladado posteriormente al Centro Agropecuario de El Espinal (Tolima).
El SENA trabajó con adultos, veló por el agro, el comercio y los servicios. Sin embargo, el renglón industrial era el más fuerte. El primer centro de formación fue el Metalmecánica, en Bogotá.
Hasta 1964 la unidad operativa del SENA fue la seccional Bogotá. Ese año funcionó el Centro Nacional de Confecciones en Pereira y en 1965 el Centro Nacional Textil de Medellín. Se proyectaron los centros nacionales de artes gráficas, de fundición para Bogotá y el náutico pesquero para la Costa Pacífica, que operarían entre 1968 y 1969. Otros centros nacionales planeados y construidos, posteriormente, fueron el de hotelería y turismo, el de mandos medios y el de construcción, en Bogotá.
Entre 1966 y 1967, el SENA realizó un estudio llamado Investigación de Recursos Humanos para una Política Nacional de Empleo y Formación Profesional que incluyó todos los sectores. Los resultados se publicaron en 1968 y fueron el punto de partida para responder mejor a la demanda de las empresas.
En la década de los sesenta los centros de formación pasaron de 31 a 50; la formación no tradicional, fuera de los centros, representó el 35% del total y se crearon los centros agropecuarios y la División Agropecuaria. De éstos, los más importantes eran La Salada, Antioquia; Gaira, Magdalena; El Espinal, Tolima y Buga, Valle.
En este período el número de alumnos se incrementó 40% cada año debido al incremento de los aportes de la empresa privada, que pasaron de 1 a 2% con la Ley 58 de 1963, y a los mecanismos de planeación de acciones, evaluación y control de resultados del SENA.
Vientos nuevos soplaron en la entidad. En 1968 se crearon dos subdirecciones nacionales: la Administrativa y la de Operaciones y se planteó la necesidad de modernizar los sistemas de formación profesional con métodos pedagógicos y medios audiovisuales.
La institución inauguró el Centro de Control Experimental, en Bogotá, con modernos equipos, laboratorios de control de calidad, metrología y ensayos. También, incursionó en la formación de técnicos medios.
El 2 de marzo de 1969 comenzaron los primeros cursos de aprendizaje industrial, con 130 trabajadores-alumnos patrocinados por 27 empresas, en electricidad, soldadura, ebanistería, mecánica automotriz y ajuste.


Crecimiento acelerado


Un año después, el 10 de abril de 1970, se puso en marcha el Programa de Promoción Profesional Urbana y el de Promoción Profesional Popular Rural (PPPR), inaugurado antes, recibió un impulso importante. Los programas rurales fueron asignados a la división agropecuaria y los urbanos a la industria.
El SENA crecía a un ritmo impresionante, pero no exento de dificultades. La situación laboral era tensa entre 1970 y 1971. Durante el Gobierno de Carlos Lleras Restrepo el 90% de los funcionarios del SENA fueron declarados empleados públicos y el 10% oficiales. Por eso, en 1971 se fundó el Sindicato de Empleados Públicos (Sindesena).
En medio de esa coyuntura algunos empleados atraídos por mejores sueldos y reconocidos por su eficiencia se vincularon al sector privado y al Gobierno. El cumplimiento de metas disminuyó y Planeación Nacional concluyó en 1972 que los rendimientos decrecieron, después de analizar los costos de la formación profesional. No obstante, la entidad superó la situación.
Entre 1969 y 1973 se propuso atender las demandas de formación de desempleados y subempleados en las áreas urbanas y definió nuevas políticas y perspectivas que se hicieron efectivas en 1974.
Ese año Rodolfo Martínez Tono, quien dirigió la entidad desde 1957, fue reemplazado por Eduardo Gaitán Durán, nombrado por el presidente Alfonso López Michelsen.
Martínez Tono dejó un legado invaluable. La formación era actualizada y los comités empresariales permitían conocer, de primera mano, las exigencias del sector privado.
Así, la entidad alcanzó un prestigio internacional sin precedentes. Presidentes de distintos países llegaron a Colombia para observar la experiencia del SENA. Charles De Gaulle, de Francia, fue uno de ellos.

LA TECNOLOGIA

http://www.tecnoyweb.com
Tecnología es el conjunto de conocimientos que permiten construir objetos y máquinas para adaptar el medio y satisfacer nuestras necesidades. Es una palabra de origen griego, τεχνολογος, formada por tekne (τεχνη, "arte, técnica u oficio") y logos (λογος, "conjunto de saberes"). Aunque hay muchas tecnologías muy diferentes entre sí, es frecuente usar el término en singular para referirse a una de ellas o al conjunto de todas. Cuando se lo escribe con mayúscula, tecnología puede referirse tanto a la disciplina teórica que estudia los saberes comunes a todas las tecnologías, como a educación tecnológica, la disciplina escolar abocada a la familiarización con las tecnologías más importantes.
La actividad tecnológica influye en el progreso social y económico, pero también ha producido el deterioro de nuestro entorno (
biosfera). Las tecnologías pueden ser usadas para proteger el medio ambiente y para evitar que las crecientes necesidades provoquen un agotamiento o degradación de los recursos materiales y energéticos de nuestro planeta. Evitar estos males es tarea no sólo de los gobiernos, sino de todos. Se requiere para ello una buena enseñanza-aprendizaje de la tecnología en los estudios de enseñanza media o secundaria y buena difusión de los problemas, diagnósticos y propuestas de solución en los medios de comunicación social.